Entre las novedades más destacables de la nueva ley de educación española nos encontramos con un cambio de estructura curricular, basada a partir de ahora en un modelo competencial (y superando de esta manera el modelo instruccional tradicional), así como con un conglomerado de nuevos conceptos (perfil de salida, competencias específicas y competencias clave, descriptores operativos, situaciones de aprendizaje) que centran su atención en la necesidad de ofrecer una formación y una evaluación global y continua.
En este artículo nos centraremos en desgranar las implicaciones educativas de las situaciones de aprendizaje y en ver cómo podemos aplicarlas en el aula.
¿Qué son las situaciones de aprendizaje?
Huyendo de definiciones confusas y ambiguas, una situación de aprendizaje es una actividad diseñada por el docente para que el alumnado aplique sus conocimientos adquiridos a la resolución de un problema de la vida cotidiana. En otras palabras, son la oportunidad de alcanzar un enfoque de enseñanza competencial, un cambio de mirada educativa.
Según la LOMLOE, «para que la adquisición de las competencias sea efectiva, las situaciones de aprendizaje deben estar bien contextualizadas y ser respetuosas con las experiencias del alumnado y sus diferentes formas de comprender la realidad». La idea, en definitiva, es que la situación de aprendizaje propuesta por el docente esté conectada con el currículo y que a través de ella se trabajen las competencias clave y las competencias específicas de cada área educativa.
Entonces, ¿cuál debe ser la naturaleza de estas situaciones de aprendizaje? La LOMLOE sugiere que deben cumplir las siguientes características:
- Ser significativas, abiertas y complejas
- Estar contextualizadas o tener una aplicación en un contexto
- Desarrollar competencias clave y específicas del área
- Posibilitar diferentes tipos de agrupamiento
- Favorecer el desarrollo de la autonomía y/o autorregulación
- Se pueden adaptar a los diferentes ritmos de aprendizaje
- Fomentar un pensamiento crítico y reflexivo
¿Las situaciones de aprendizaje son lo mismo que las unidades o los proyectos?
¡No! La nueva terminología instaurada por la LOMLOE ha provocado un cierto estado de confusión entre el personal docente, debido a que las características de las situaciones de aprendizaje recuerdan a lo que antaño conocíamos como unidades didácticas o proyectos.
Si bien es cierto que este tipo de unidades organizativas comparten muchas similitudes, queremos seguir haciendo foco en las singularidades que mejor definen a las situaciones de aprendizaje: siempre se trabajan con un contexto, de lo contrario no se podrán desarrollar las competencias. Además, estas situaciones pueden vertebrar varias unidades y cada uno de sus elementos apunta a los objetivos curriculares que permitirán a los alumnos adquirir las competencias clave definidas en su perfil de salida.
Una cuestión de vital importancia incluida en el decreto de la LOMLOE reside en la autonomía que concede a las Comunidades Autónomas para concretar sus propias situaciones de aprendizaje, y que por ley los centros también tienen poder para decidir en qué medida las adoptan. Así pues, os invitamos a investigar las decisiones específicas que ha tomado vuestra Comunidad Autónoma respecto de las situaciones de aprendizaje, pues muchas de ellas han diseñado plantillas, ejemplos y orientaciones concretas para los docentes.
¿Cómo diseñar situaciones de aprendizaje?
El diseño de una situación de aprendizaje debe tener en cuenta los siguientes aspectos:
- Título, curso y áreas: hacer siempre referencia al curso y área específicos en los que se desarrollará la actividad contextualizada.
- La contextualización es el componente clave de las situaciones de aprendizaje. Es importante crear un contexto auténtico, teniendo en cuenta variables como el ámbito en el que se desarrolla (personal, social, académico), el reto que supone para el alumno (que el tema sea de su interés, que plantee un dilema), el tipo de producto que deseamos obtener (un documento, una exposición oral, material físico) o los recursos que el alumnado tendrá a su disposición (materiales, humanos, tiempo).
- Cada situación de aprendizaje vendrá acompañada de su justificación, es decir, de la explicación argumentada de las razones que nos han llevado a diseñarla, teniendo en cuenta los principios pedagógicos y los objetivos curriculares.
- Concreción curricular: deberemos conectar la situación de aprendizaje que estemos diseñando con los elementos curriculares que se activaran, como las competencias clave, las competencias específicas o los saberes básicos.
- Metodología: ¿Cómo se fomentará el aprendizaje competencial?, ¿con la ayuda de qué recursos?, ¿qué etapas seguiremos para conseguir nuestro objetivo?
- Secuenciación didáctica: la situación de aprendizaje no tiene por qué desarrollarse únicamente a lo largo de una sesión, es por ello que debemos especificarlo. En tekman contemplamos situaciones de aprendizaje que pueden ser de una actividad, de una sesión o de una secuencia de sesiones.
- Atención a la diversidad: será necesario diseñar las situaciones de aprendizaje señalando qué medidas tomaremos para favorecer la inclusión y la atención a la diversidad.
- Evaluación continuada y formativa: habrá que proponer instrumentos, rúbricas e indicadores de evaluación que garanticen la consecución de las competencias específicas de la materia.
- Recursos: deberemos definir el tipo y la cantidad de recursos necesarios para llevar a cabo la situación de aprendizaje.
Si quieres profundizar en la comprensión de las situaciones de aprendizaje y en cómo aplicarlas en el aula con ejemplos prácticos, no puedes perderte el webinar que encontrarás a continuación que te despejará muchas incógnitas sobre esta novedad competencial de la LOMLOE.