¿Por qué son tan importantes las rutinas de pensamiento?
Las rutinas de pensamiento permiten evidenciar de manera clara y autónoma aquello que el alumno sabe; sus carencias, sus herramientas y la manera en que las ha utilizado.
Las rutinas de pensamiento son muy útiles para estructurar las ideas y los conocimientos, ayudan a tomar conciencia sobre la propia estructura mental y a comprender el proceso que se ha seguido para llegar a determinadas ideas. Se trata de un ejercicio sencillo que puede utilizarse ante cualquier concepto, de manera individual o en grupo. Es, de hecho, un ejercicio que hacemos de manera natural e inconsciente.
Las rutinas de pensamiento permiten a los niños ser cada vez más conscientes y, por tanto, más autónomos en su propio aprendizaje. Gracias a ellas, les dotamos de las herramientas necesarias para enfrentar cualquier proceso de enseñanza-aprendizaje de manera positiva y entender cualquier actividad reflexiva de manera natural.
Una herramienta sencilla y eficaz
A través de estos instrumentos se aprende a pensar de manera razonada y a reflexionar acerca del propio aprendizaje. Aplicadas con asiduidad, las rutinas de pensamiento son una herramienta muy eficaz que promueve la reflexión acerca del pensamiento. Esta, entendida e interiorizada de manera natural, permite al niño desarrollar una actitud positiva y aplicarla en su vida cotidiana, sin necesidad de ser propuesta por el maestro.
Bastan unas pocas semanas para que los alumnos interioricen estas rutinas y las incluyan de manera natural, haciendo suyo el vocabulario e incorporando nuevas formas de argumentación a su discurso. Las rutinas de pensamiento son un maravilloso activador de la mente humana.
Hacerse cargo del propio aprendizaje
Hacerse cargo del propio aprendizaje es, sin duda, la mejor manera de conseguir que el alumno se mantenga motivado y de ayudarlo a identificar sus propias carencias y fortalezas. A través de una mente estructurada es mucho más sencillo abordar aquellos aspectos del aprendizaje que necesitan mejorar, algo que, necesariamente, repercute en la autoestima del alumno, que se ve capacitado para superar los obstáculos que surgen en cualquier proceso de enseñanza-aprendizaje.
Las rutinas capacitan al alumno, en última instancia, para enfrentar los problemas que puedan surgir en su aprendizaje y adoptar una actitud positiva frente a ellos.