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Cómo enseñar pensamiento crítico y resolución de problemas en el aula

Secundaria

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El mundo cambia, y cada vez lo hace a pasos más agigantados. De hecho, si preguntáramos a un tecnólogo cómo ha cambiado el panorama en los últimos 30 años, lo más probable es que se pusiera las manos en la cabeza. Y este avance sigue adelante: tanto en el aspecto social, como científico. Cada año se plantean nuevas preguntas y debates. Frente a esta situación, el pensamiento crítico es fundamental para el mundo en el que vivirán nuestros alumnos.

Por eso, más allá de las materias clásicas, una de nuestras misiones como docentes es enseñar a los estudiantes a entrenar su pensamiento crítico y su capacidad para resolver problemas. Ahora bien, ¿cómo podemos hacerlo en el aula?

¿Cómo desarrollar el pensamiento crítico en el aula?

Antes de ponernos manos a la obra con actividades y ejercicios para potenciar el pensamiento crítico y la resolución de problemas, es importante tener en cuenta algunas consideraciones, especialmente para los docentes.

En primer lugar, recuerda siempre que tu juicio debe quedar fuera de la ecuación. Tu papel como docente debe ser el de observador y guía, para poder plantear cuestiones que abran nuevos caminos de pensamiento para los pequeños. Sin embargo, es esencial evitar caer en prejuicios o en señalar la parte errónea de un planteamiento de manera directa. El maestro no debe ser una figura autoritaria, sino un acompañante en el aprendizaje.

Por otro lado, también es interesante dedicar tiempo a la elección de los temas que faciliten esta reflexión crítica. Como docente, debes encontrar temas que sean susceptibles de análisis y que sientas que tanto tú como tus alumnos podéis tratarlos en el aula con atención y respeto. Pero lo importante es el tratamiento que hagáis del tema y, para ello, será vital escoger estrategias que ayuden a los alumnos a participar y visibilizar el pensamiento.  De este modo, estarán mucho más motivados a seguir su curiosidad, que es uno de los elementos esenciales para fomentar el pensamiento crítico.

Además, también te recomendamos utilizar el aprendizaje cooperativo como estrategia para trabajar la discusión guiada, el establecimiento de acuerdos y la asertividad… Pero, atención, es habitual que al trabajar por equipos, haya niños que quieran adaptarse a la opinión de sus compañeros. Si te encuentras en uno de estos casos, deberás planificar actividades variadas que permitan la participación de todos, también de manera individual: escribir un comentario, grabar un audio exponiendo los argumentos, etc.

Actividades para enseñar pensamiento crítico y resolución de problemas

Ahora que ya hemos mencionado algunos de los puntos más importantes a tener en cuenta, vamos a meternos en la materia: ¿cómo puedes desarrollar estas habilidades en el aula?

Aprender con el Problem Based Learning

Otra manera ideal de potenciar el pensamiento crítico es a través del Problem Based Learning (PBL), que permite desarrollar la cultura del pensamiento crítico en el aula. En esta metodología, los alumnos utilizan problemas del mundo real para poner en práctica sus conocimientos y habilidades. Para hacerlo, siguen unos pasos concretos: 

  1. Leer el contexto e identificar las palabras difíciles.
  2. Detectar los retos a resolver.
  3. Analizar los problemas.
  4. Estructurar ideas (elaborar hipótesis).
  5. Formular los objetivos de aprendizaje.
  6. Buscar información de forma individual.
  7. Poner en común los resultados con el equipo.
  8. Responder al reto.

Para el PBL, es fundamental que los alumnos sientan curiosidad por el tema para tener una motivación extra. Por ejemplo, nuestro programa de matemáticas para secundaria, ONMAT, fue diseñado con el objetivo de acercar las matemáticas a los jóvenes, a través de actividades contextualizadas en la vida cotidiana de los alumnos.

pensamiento crítico en el aula

Introduce actividades de autoevaluación

Por otro lado, una actividad que podéis poner en práctica es la autoevaluación de los propios alumnos. De este modo, les das la oportunidad de reflexionar y valorar su aprendizaje. Con ello, estarás desarrollando su metacognición, una habilidad imprescindible para el pensamiento crítico. Para conseguirlo, al finalizar una actividad competencial o un proyecto, les puedes preguntar ¿qué han aprendido?, ¿cómo lo han aprendido?, ¿en qué situaciones de la vida real utilizarán el aprendizaje?

Utilizar una escalera de metacognición te será muy útil.  Existen un montón de actividades de autorregulación del aprendizaje a través de la evaluación. Encontrarás muchas de ellas en esta charla que mantuvimos con la especialista en evaluación, Neus Sanmartí, sobre cómo conseguir una autoevaluación significativa.  

Desarrollar el pensamiento crítico para la vida

Está claro que en el día a día el enunciado del ejercicio no siempre es tan directo como el que se muestra en el cuaderno de ejercicios. Al enseñar pensamiento crítico desde la escuela, nuestros estudiantes tendrán muchos más números para aprender a plantear cualquier problema o situación que se les presente en su vida personal y profesional. Al fin y al cabo, tal como dijo el conocido astrofísico Neil de Grasse Tyson, debemos preocuparnos más por hacer las preguntas correctas que por encontrar las respuestas correctas.

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