Para un niño de primaria, ser competente en comprensión lectora implica tener éxito en la escuela y en su día a día, ¡ya que es una competencia que aplica a todo! Así pues, es necesario guiarlos para que desarrollen habilidades que les permitan extraer, organizar y evaluar la información textual. Con este objetivo, trabajamos estrategias que, además de ayudarles a entender lo que leen, les harán ser conscientes de su proceso lector y controlarlo para asegurar la comprensión.
Estrategias para tus clases de lengua
Para trabajar bien la comprensión lectora, es importante entrenar poco a poco, aplicar las estrategias en distintos contextos y proponerlas secuencialmente para que vayan desarrollando un pensamiento cada vez más complejo y estratégico. Según Guiterrez-Braojos y Salmerón (2012), encontramos tres grandes grupos de estrategias:
Antes de la lectura: estrategias de comprensión lectora de planificación
Estas estrategias sirven para determinar el género discursivo y la finalidad de la lectura, hacer predicciones para enfocar la lectura y activar los conocimientos previos para regularse. Por ejemplo:
- Interpretar el título y las ilustraciones.
- Reconocer el tipo de texto analizando la estructura y la información.
- Identificar el objetivo de la lectura.
Durante la lectura: estrategias de comprensión lectora de supervisión
Se utilizan para detectar información relevante e identificar fallos de comprensión. Por ejemplo:
- identificar palabras clave.
- Entender palabras confusas.
- Releer.
- Resumir información.
- Identificar las ideas principales, las secundarias y las irrelevantes.
Después de la lectura: estrategias de comprensión lectora de evaluación
Al acabar la lectura, estas estrategias sirven para tomar conciencia del nivel de comprensión logrado y ponerlo en común. Por ejemplo:
- Comprobar hipótesis.
- Dialogar con un compañero sobre qué se ha comprendido.
- Debatir en grupo sobre las ideas clave.
- Responder preguntas de comprensión lectora.
Lectura estratégica: usar las estrategias de forma consciente
La lectura estratégica tiene como finalidad conocer la importancia de utilizar estrategias de comprensión lectora en tres momentos clave: antes de leer, para planificar la lectura y su comprensión, durante la lectura, para supervisar el proceso de lectura, y después de leer, para comprobar la comprensión. Está especialmente indicada cuando se quiere leer con un objetivo concreto, como, por ejemplo, para obtener información, conocer otros puntos de vista, etc.
En este caso, los organizadores gráficos son una excelente herramienta para trabajar en diferentes tipos de texto.
Si quieres saber más sobre las estrategias de comprensión lectora y ver ejemplos concretos de organizadores gráficos que podrás utilizar en tus clases, descarga la guía Cómo ayudar a tus alumnos a comprender lo que leen.