En tekman sabemos que con emoción se aprende mejor. Por eso, Inspira, nuestro programa de proyectos globalizados para Infantil creado en colaboración con la Cátedra de Neuroeducación de la Universidad de Barcelona, integra la educación emocional de forma transversal. En la Guía del maestro, los docentes cuentan con sugerencias y dinámicas para desarrollar las habilidades y las competencias emocionales de los más pequeños.
Educación emocional con Inspira
Inspira fomenta emociones positivas a partir de diferentes estrategias, como las temáticas de los emocionantes proyectos, la experimentación en escenarios inesperados y las historias y los cuentos. Todas estas prácticas están pensadas para sorprender y retar cognitivamente a los alumnos. De hecho, Inspira aborda tres grandes bloques:
- Conciencia emocional: conocer qué es una emoción, identificarla, saber expresarla y tomar conciencia de sus consecuencias.
- Elección personal: tomar conciencia de la capacidad de regular las propias emociones, y de transformar aquellas desagradables y conflictivas.
- Responsabilidad individual y social: facilitar la adquisición de habilidades socioemocionales y de vínculos afectivos saludables, para lograr que los alumnos sean personas equilibradas, responsables y reflexivas.
En todas estas situaciones, el rol del maestro, su actitud y su capacidad para generar entusiasmo y asombro son determinantes. Se trata de construir un ambiente en el que los alumnos puedan identificar sus emociones, experimentarlas y expresarlas con naturalidad. Una buena herramienta para ello son las Cartas de las emociones, incluidas en la Caja de aula, que ayudan a los más pequeños a identificar las emociones propias y ajenas.
8 Consejos de gestión emocional para docentes
- Tú, como docente, también has de trabajar tu propia salud emocional y ser consciente de tu lenguaje verbal y no verbal en el aula. ¡Eres un referente para tus alumnos!
- Es importante que los alumnos aprendan a conocerse a sí mismos. Poco a poco, sabrán valorar e incluso evaluar cómo progresan en su desarrollo emocional particular.
- Hemos de tener siempre presente que cada alumno es diferente y ha tenido unas vivencias particulares que configuran su manera de sentir. No podemos pretender que todas las estrategias y actividades funcionen igual para todos los niños.
- Creemos momentos en clase, durante las sesiones, para que los alumnos puedan expresar sus emociones. Contar con este espacio es clave para su desarrollo.
- Relacionado con el punto anterior, es importante que no neguemos las emociones negativas, ya que son naturales y fundamentales para un buen desarrollo emocional. Hemos de saber identificarlas, permitir a los alumnos que las expresen y ayudarlos a encontrar recursos para gestionarlas. ¡Reprimirlas puede ser muy perjudicial!
- Mostrar afecto es clave para un desarrollo saludable de la autoestima y el autoconcepto, en todas las etapas y especialmente en la de Infantil. No seamos fríos y distantes con nuestros alumnos, se abrirán mucho más a la experiencia si empatizamos con ellos y los escuchamos. No somos sus padres (ni lo pretendemos), pero podemos ser una figura afectuosa a la que recurran si necesitan expresar sus emociones.
- Encontremos diferentes momentos del día para hacer distintas prácticas y dinámicas de educación emocional, en función de las necesidades de nuestros alumnos. Ese espacio y momento que hemos creado para expresarse puede adaptarse para ser más efectivo.
- Las familias juegan un papel fundamental en la educación emocional de los niños y niñas, y es importante que conozcan qué se está trabajando dentro del aula. Tener una buena comunicación con las familias nos ayudará a que se impliquen más y vayamos todos alineados, siempre en beneficio del alumno. Para esto, Inspira cuenta con las Cartas para familias, en las que explicamos en qué consiste cada proyecto y qué se trabajará en él.
Como ves, la educación emocional es uno de los pilares de Inspira. Todo el programa está diseñado para acompañar a los alumnos en este importante viaje, en el que se conocerán más a sí mismos y también aprenderán a relacionarse teniendo en cuenta las emociones, propias y ajenas.