David Calle está considerado una de las 100 personas más creativas del mundo según Forbes. Comenzó a dar clases cuando se quedó en paro y su método ayuda ahora a miles de jóvenes. Creador del canal de YouTube (y academia online) Unicoos, acumula casi 2 millones de suscriptores y cientos de alumnos. Gracias a ello, David fue nominado al Nobel de la educación, el premio Global Teacher Prize, del que quedó finalista.
Hace un tiempo pudimos realizarle una interesante entrevista y ahora que la educación a distancia y el uso de la tecnología está en boca de todos, hemos creído que era un buen momento para rescatar algunos consejos que nos dio entonces para hacer que tus alumnos cojan gusto por las matemáticas. ¡Seguro que te son muy útiles!
4 consejos de David Calle para conectar a tus alumnos a las matemáticas
- Aprovechar la tecnología: «Se siguen impartiendo matemáticas o ciencias, igual que hace casi 100 años, cuando no disponíamos de internet, ordenadores o smartphones potentísimos y, en suma, toda la tecnología que nos rodea. Y ya no solo hablo de poder buscar en Google o ver vídeos en YouTube. Tenemos a nuestra disposición la realidad aumentada, aplicaciones de todo tipo y cientos de avances científicos con los que ilustrar para qué sirven de verdad las ciencias, que son las responsables del increíble avance de la humanidad en los últimos 30 años. Nuestra misión y responsabilidad como profesores es tratar de despertar en nuestros alumnos la pasión que sentimos por las asignaturas que impartimos».
- Contextualizar las matemáticas: «Todo lo que nos rodea es ciencia, todo tiene que ver con matemáticas, física, química, tecnología… pero muchas veces a los alumnos les cuesta relacionar lo que ven en sus libros o lo que aprenden en clase con el mundo que les rodea. Se preguntan para qué sirven, que tiene que ver con ellos. Por eso me encanta poder relacionar sus películas favoritas, el coche en el que van a clase, el rascacielos o el puente que ven desde sus ventanas con todo lo que aprenden o puedo enseñarles. Algo muy similar a lo que hacéis con ONMAT, donde contextualizáis las matemáticas».
- Fomentar la motivación: «Debemos tratar de hacerlo con la mayor energía posible, haciendo las clases más divertidas y perdiendo por el camino la solemnidad con la que muchas veces nos perciben, creo que llega un momento en el que me ven más como un compañero de estudios o un guía, más que como su profesor. Y la mayoría de las veces armado solo de una pizarra, un rotulador y mucha pasión. En el fondo, como decía el poeta, “enseñar no es como llenar un cubo, sino como encender una hoguera.”
- Reimaginar la escuela: «Una escuela sin asignaturas, en las que los alumnos realicen proyectos multidisciplinares que involucren diferentes materias, del mismo modo que deberán hacer cuando abandonen el instituto o la universidad y se enfrenten al mundo laboral. En la que aprovechen el poder de las nuevas tecnologías y aprendan a sacarles el mayor provecho posible, aprendiendo a discriminar entre todo lo que pueden encontrar. En la que se potencie el trabajo en equipo, la inteligencia emocional, la asertividad, el respeto a los demás, el espíritu de lucha y superación, el emprendimiento y la tolerancia.»
Tras leer estos interesantes consejos podemos decir sin miedo a equivocarnos que David tiene ADN tekman 100% (¡o nosotros el suyo, claro!) porque si algo tenemos claro es que para conseguir alumnos motivados con las matemáticas es imprescindible ayudarles a que sean capaces de hallar soluciones a problemas cada vez más complejos y determinantes pero de una manera atractiva y motivadora para ellos. En este sentido, en la guía que te ofrecemos a continuación te explicamos cómo enseñar a pensar a tus alumnos de Secundaria a través de la cultura de pensamiento.
Un cambio de paradigma necesario
David Calle también nos habló sobre la necesidad de un cambio de paradigma en la educación que, a nuestro entender, ya se está llevando a cabo y del que hemos de ser protagonistas. ¡Tan solo hay que aprovecharlo! Así nos explicaba David cómo veía la escuela que estamos creando: «una escuela en la que se respire pasión, alegría y optimismo y deje de ser ese espacio en el que nuestros hijos pasan 5 o 6 horas al día porque es su obligación, cuando en el fondo deberían verlo más como una fantástica oportunidad para ser mejores. Ese sería el ideal».
«Si también conseguimos recuperar para nuestros profesores el respeto y valoración que se merecen, si convertimos la profesión docente es una de las más valoradas, si les damos recursos suficientes y de suficiente nivel para que pongan en marcha sus ideas y puedan adaptarse al mundo cambiante en el que vivimos, podremos superar un modelo educativo que tiene casi 100 años. Y que ya no tiene sentido».