“La educación no debe quedarse atrás, debe innovar”. Así da inicio a esta charla Madre Rosa María Balaguer, directora del Colegio Inmaculado Corazón de María (Valencia). En este encuentro nos explica cómo trabajan en equipo en el centro que dirige para que sus alumnos desarrollen la autonomía y aprendan a potenciar las inteligencias que tienen más desarolladas. La actitud del profesor es, para Madre Rosa María Balaguer, la energía que permite el cambio de paradigma educativo.
1. Qué es la innovación pedagógica para vosotros?
La innovación pedagógica es una necesidad y una gran oportunidad. Si educamos para la vida y el mundo ha cambiado y sigue cambiando, la educación no puede quedarse atrás, debe innovar.
La innovación debe tener en cuenta hacia dónde apuntan las fuerzas del cambio y éstas son muchas: el descubrimiento de la Neurociencia, la Globalización, el Aprendizaje Cooperativo, las rutinas de pensamiento, el Aprendizaje por Competencias, etc.
2.¿Cómo tratáis de ser innovadores en el Colegio Inmaculado Corazón de María?
Poniendo al alumno en el centro de su aprendizaje, potenciando su “autonomía” y facilitando para que “aprenda haciendo”, desarrollando sus inteligencias más potentes y haciendo crecer las que menos lo están. Las claves están en la acción del equipo directivo, su preocupación por formar al claustro y la constante reflexión sobre lo realizado. Fundamental es el trabajo en equipo, el entusiasmo y la motivación del profesorado. El profesorado es, sin duda, el “motor del cambio”.
3.¿Tabajáis a través de las Inteligencias Múltiples? ¿En qué notáis los resultados?
Sí, trabajamos a través de las Inteligencias Múltiples. Lo notamos en muchos aspectos. El principal, la motivación del alumno. Además, podemos personalizar el aprendizaje, potenciando así la atención a la diversidad del aula. Buscamos una enseñanza a la medida de cada alumno. El trabajo a partir de las IM ofrece un aprendizaje más completo y real, los alumnos son más conscientes de sus fortalezas y debilidades y se potencia el “aprender a aprender”. Empodera al alumno para que sea capaz de construir su propio aprendizaje. Se desarrollan, también, muchas habilidades y destrezas: habilidades sociales, toma de decisiones, resolución de problemas, creatividad… Del mismo modo, se fomenta la innovación educativa, porque facilita la implantación de nuevas metodologías y proporciona resultados más significativos, al ofrecer a los alumnos distintos modos de aprender y diferentes formatos para expresar lo aprendido. Es una manera que permite al profesor conocer mejor al alumno en su globalidad.
4.¿Por qué debemos replantearnos la educación, tal y como la conocíamos hasta ahora?
En la escuela tradicional sólo se trabajaban dos inteligencias, la lógico-matemática y la lingüístico-verbal. Y se ha demostrado que en la sociedad de la información y el conocimiento éstas son insuficientes. Necesitamos poner todas las inteligencias en acción para que el aprendizaje sea más significativo y sirva para la vida.
5.¿Crees que es necesario disponer de muchos recursos para transformar la educación o se trata de una cuestión de actitud?
Necesitamos recursos, sin duda, pero los más importantes son los recursos humanos y la motivación del profesor. La actitud del profesor es fundamental pero ésta hay que ir construyéndola. No debemos tener miedo a correr riesgos, el equipo directivo debe liderar el cambio y potenciarlo pero la generación de ideas es de todo el claustro de profesores. El liderazgo es compartido.
6.Maestro… ¿se nace o se hace?
El maestro nace y se hace.
7.Qué características debe tener el maestro del siglo XXI para sacar el máximo partido de sus alumnos?
El maestro del siglo XXI debe ser:
- Empático
- Emprendedor
- Resiliente
- Sabio
- Cercano
- Conocedor de la realidad que le rodea
- Vocacionado
- Humilde
8.¿Cómo gestionáis el aula cuando trabajáis con EntusiasMAT?
Entendiendo que el objetivo de la propuesta pedagógica por la que el centro ha optado es enseñar y acercar a los niños al aprendizaje de las matemáticas de una manera lo más contextualizada y adaptada a la realidad posible, intentamos que en el día a día de nuestras aulas todo nuestro alumnado tenga la oportunidad de aprender un mismo concepto de diversas maneras, teniendo muy presente las Inteligencias Múltiples. Los alumnos aprenden manipulando, observando y experimentando. El aula se convierte en un escenario lo más cercano a la realidad, posibilitando que a través del juego el niño aprenda y se sienta motivado hacia el aprendizaje. De esta manera el alumno es el protagonista de lo que aprende y los profesores son los que le guían, orientan y acompañan en su interesante aventura del saber.
Los maestros en las aulas perseguimos proporcionar a los alumnos, además de conocimientos, destrezas y habilidades que complementen su aprendizaje.
Por otra parte, adecuándonos a la filosofía del programa educativo, nuestro profesorado organiza el aula sobre la perspectiva del grupo y del trabajo cooperativo, con todas las ventajas que ello conlleva con el fin de alcanzar unos objetivos compartidos.
9.Desde que tenéis EMAT, y considerando vuestra trayectoria educativa, ¿habéis notado algún cambio en la manera de aprender de los niños?
Sin duda alguna. Analizando los progresos, dificultades, estrategias de aprendizaje de nuestros alumnos, el equipo educativo coincide en afirmar que el trabajo a través de las Inteligencias Múltiples está propiciando que todos ellos tengan acceso al aprendizaje en igualdad de condiciones. Sabemos que no todos tienen las mismas capacidades para aprender ni aprenden de la misma manera y por ello somos conscientes que con este proyecto pedagógico estamos facilitando y optimizando los recursos para que lleguen, a través de la práctica diaria, a interiorizar y a asimilar conceptos de una manera lúdica y lo más contextualizada posible. Los alumnos participan, piensan, no tienen miedo al error y, lo más importante, creemos que a través de las diferentes estrategias metodológicas que utilizamos, estamos consiguiendo que piensen mejor. Nuestros alumnos aprenden pensando, razonando y siendo críticos, un valor tan preciado y necesario en la sociedad en la que vivimos.
10.¿De qué manera puede ayudar un programa como EMAT al desarrollo intelectual de los niños?
Nuestro equipo educativo tiene una visión común cuando afirmamos que el juego es el principal motor para la comprensión. Las matemáticas que ofrecemos a nuestros alumnos son reales. Les planteamos desafíos intelectuales a través de los Problemas del Día, de las Historias para Pensar, de las actividades de demostración… en las que viven su aprendizaje de una manera contextualizada, útil, práctica, cercana a su día a día. En nuestro centro, el trabajo con las matemáticas es un aprendizaje significativo basado en la experiencia concreta, la reflexión, la conceptualización y la puesta en práctica de lo aprendido.
Por otro lado, pensamos que a través de la estructura de trabajo a la que invita este programa educativo, ayudamos al desarrollo intelectual de nuestros chicos, pues además de la competencia matemática, también potencia su agilidad mental, el trabajo en equipo y la metacognición individual, para que aprendan a descubrir cómo aprenden.
11.¿Cómo es vuestro sistema de evaluación desde la implantación de EMAT?
Nuestro sistema de evaluación persigue ser coherente con nuestro cambio e innovación pedagógica. El alumno para nosotros es el eje vertebral del proceso de aprendizaje, por lo que consideramos importante que él sepa lo que se espera de sí mismo en cada momento, qué está aprendiendo, cómo lo está aprendiendo… y que pueda reflexionar acerca de ello y, en consecuencia, mejorar.
En nuestro centro no sólo evaluamos al alumno, también nos evaluamos como equipo educativo, como docentes, y en nuestra práctica educativa. Intentamos ser reflexivos y analizar si hemos sabido adecuarnos y estar a la altura de las necesidades de nuestros muchachos.
12.¿Qué aspectos cambiarías con respecto a la evaluación, tal y como se conoce hasta ahora?
La evaluación, tal y como nosotros la concebimos hoy en día, nos tiene que permitir conocer los progresos de nuestros alumnos y sus hándicaps, para intentar ayudarlos. Ello supone saber qué sabe el alumno y cómo sabe aplicar de una manera eficaz todo el conocimiento que va aprendiendo.
Creemos que la evaluación se ha de entender como una necesidad diaria en nuestra práctica con el fin de saber si nuestras intervenciones en los centros nos están permitiendo avanzar y de qué manera. En definitiva, la hemos de considerar como una herramienta de mejora y de aprendizaje diario.