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Taxonomía de Bloom: ¿qué es y en qué consiste?

¿Has oído hablar de la taxonomía de Bloom? La taxonomía de Bloom es una teoría conocida en el sector educativo porque muchos docentes la consideran idónea para evaluar el nivel cognitivo adquirido en una asignatura. ¡Descúbrela!
Primaria

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taxonomia bloom

¿Has oído hablar de la taxonomía de Bloom? Nuestro programa EMAT está basado en esta metodología. ¡Te explicamos en qué consiste!

Se trata de una teoría conocida en el sector educativo porque muchos docentes la consideran idónea para evaluar el nivel cognitivo adquirido en una asignatura.

A modo de resumen debes saber que la taxonomía de Bloom fue diseñada por Benjamin Bloom en 1956 y algunos programas educativos, como nuestro programa de matemáticas para Infantil y Primaria EMAT, la aplican en su programa. El objetivo de esta teoría es que después de realizar un proceso de aprendizaje, el alumno adquiera nuevas habilidades y conocimientos.

Por este motivo, consta de una serie de niveles construidos con el propósito de asegurarnos, como docentes, un aprendizaje significativo que perdure durante toda la vida. Los niveles de la taxonomía de Bloom son: conocer, comprender, aplicar, analizar, evaluar y crear.

A continuación te proponemos que veas este vídeo que te ayudará aún más a entender qué es la taxonomía de Bloom:

¿Para qué sirve la Taxonomía de Bloom?

Está bien explicado, ¿verdad? Cualquier metodología basada en la taxonomía de Bloom no busca solo la memorización o, incluso, la comprensión del contenido, va más allá: pretende que los alumnos lleguen a desarrollar habilidades que les permitan utilizar el conocimiento adquirido como una herramienta para resolver problemas y crear conocimiento. Desde edades muy tempranas, el cerebro humano tiene la capacidad de realizar procesos cognitivos de orden superior como por ejemplo transferir lo que conoce para interpretar una situación nueva, comparar, establecer relaciones de causa-efecto, deducir, argumentar, incluso generar ideas propias.

Llevamos muchas décadas centrando los objetivos de aprendizaje en el contenido, en el nivel de conocimiento que adquieren. Y las estrategias didácticas centradas en la transmisión de este conocimiento, favoreciendo en los alumnos habilidades básicamente receptivas, que implican niveles cognitivos inferiores (repetir, reproducir, recordar…). Pero cada vez es más necesario que focalicemos los objetivos de aprendizaje en el desarrollo de competencias, que a nivel cognitivo incluyen todos los procesos de pensamiento de orden superior.

Si esperamos a que lo sepan todo para empezar a poner foco en desarrollar pensamiento superior (capacidad de análisis, capacidad creativa…), será demasiado tarde. Es lo que nos decía el otro día Eduardon Sáez de Cabezón cuando le preguntamos qué habilidades encontraba a faltar en los alumnos cuando llegan a la universidad, nos comentaba que les falta iniciativa, seguridad en la toma de decisiones.

Actualmente, la sociedad necesita más que nunca personas con capacidad de análisis, críticas, generadoras de nuevas ideas y nuevas soluciones en un mundo en constante cambio. El sistema educativo tiene que poner el foco en desarrollar estas competencias. Esta idea que todos tenemos clara, a veces en el día a día de las aulas perdemos el foco, y nos volvemos a centrar y a preocupar más, por lo que nuestros alumnos “saben” que por como “piensan”.

¿Qué te parece la Taxonomía de Bloom? ¿Como docente, la aplicas en el aula? Recuerda que uno de los pilares de nuestro programa de matemáticas EMAT es, precisamente, la Taxonomía de Bloom. ¡Descubre EMAT!


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