Todos somos conscientes de los beneficios de incorporar un huerto a nuestra escuela, pero hay que tener en cuenta que el éxito de un huerto escolar también pasa por su uso de forma transversal en el proyecto curricular del centro. La idea es compaginarlo con las lecciones de toda la vida y hacer que el huerto escolar sea, además de una oportunidad para fomentar valores y responsabilidades, una herramienta para potenciar las competencias básicas.
La escuela Pare Manyanet de Barcelona ha incorporado el huerto escolar a su centro y lo ha hecho de manera transversal, implicando en él a los alumnos de la etapa Infantil hasta la Secundaria. Fueron los alumnos de secundaria los que propusieron convertir la azotea del colegio en un espacio verde, por lo que la dirección del centro optó por crear un huerto «en el que participaran desde infantil a secundaria pasando por primaria», nos explica Olga Durán, directora de Secundaria del centro.
¿Qué actividades hacer con un huerto escolar?
- Diario del huerto
- Fichas de plantas
- Creación de poemas inspirados en el huerto
- Dibujos naturalistas
- Elaboración de elementos decorativos
- Búsqueda y categorización de la información
- Recetas
- Historia de las plantas
- Crear contenidos para el blog de la escuela
- Clasificar elementos
- Calcular el presupuesto
Como ves, el número de actividades que se pueden llevar a cabo con un huerto es enorme, algo que en la escuela Pare Manyanet desarrollan desde pequeños: «hay unas mesas de huerto que son para los niños de infantil, otras que son las de primaria y luego las de secundaria. Nos repartimos el huerto en tres secciones y todos participan. Los más pequeños aprenden el proceso de crecimiento; en Primaria lo ligan a proyectos curriculares o a trabajos que usan productos vegetales de casa para plantarlos aquí; y en Secundaria lo aprovechan en biología. Todos participan del huerto», nos explica Olga.
Un caso de éxito
Para la directora de secundaria del Pare Manyanet, que lleva 35 años trabajando en el centro, hay que poner en valor la necesidad de reservar tiempo del aula a proyectos relacionados con la naturaleza. Esto ha surgido a raíz de entrar en este proceso de innovación «en el que rompes con las materias, utilizas más proyectos para la comprensión y hace que el alumno haya cambiado su rol, además del profesor«.
Olga afirma que cada vez se está dando más importancia a todo el tema artístico en el aula como la música, el arte o el contacto con la naturaleza. «Al hacer estos proyectos, los profesores se dan cuenta de que toda esta parte artística hace que se fomenten todas las inteligencias», algo que se puede llevar a cabo gracias a que los profesores «han cambiado la manera de enseñar».
Un cambio que ha de continuar y que hará que nuestros alumnos entiendan que todo lo que aprenden en la escuela lo pueden aplicar a la vida cotidiana. «Si hubiéramos continuado enseñando como siempre, no hubiéramos hecho nada de esto. Ahora les enseñas a pensar de otra manera y a relacionar diferentes cosas. Haces alumnos más vivenciales, con una gran relación con la realidad».
¿Qué te ha parecido cómo trabajan en la escuela Pare Manyanet? ¿Cómo organizas tu huerto escolar?